Comunicado
Queridos hermanos
Con profundo dolor y revestidos de esperanza cristiana, comunicamos que nuestro querido Cardenal Eugenio Dal Corso, Pobre Siervo de la Divina Providencia, ha partido a la Casa del Padre. Agradecemos inmensamente a Dios Padre Providente por el precioso don de su presencia entre nosotros, en la Iglesia y en nuestra amada Obra, donde, con celo pastoral y dedicación, dejó un legado de amor y servicio al Reino de Dios.
Cabe destacar que el Cardenal Eugenio también sirvió como párroco en la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Laferrere, Buenos Aires, Argentina siendo parte de la Delegación.
En este momento de nostalgia y gratitud, unámonos en oración, confiándolo a la infinita misericordia del Bondadoso Padre, seguros de que Él lo acoge en Su luz y paz eternas, recordando las palabras de Jesús en el Evangelio: “Vengan, benditos de mi Padre, hereden el Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo” (Mateo 25:34).
Que el Cardenal Eugenio descanse en paz, y que el Señor nos fortalezca en la fe y en el abandono a Su Divina Providencia.
Fraternalmente,
EL MENSAJE DEL CASANTE
A continuación, el mensaje del Casante don Massimiliano Parrella a la Familia Calabriana, recordando a Mons. Eugenio Dal Corso:
“Monseñor Dal Corso fue un verdadero hombre de Dios, un gran don para la Obra Don Calabria y para toda la Iglesia. En sus muchos años de misión, siempre estuvo cerca de los últimos y los olvidados de la tierra. Fue un verdadero discípulo de Jesús, un auténtico Pobre Siervo que supo encarnar el mandil del que tanto hemos hablado este año. Incluso después de ser creado cardenal, quiso continuar sirviendo como capellán en una parroquia remota de Angola, una de las más pobres, donde había necesidad de sacerdotes para llevar adelante el trabajo pastoral. Es particularmente significativo que haya muerto precisamente en el Día Mundial de las Misiones, celebrado ayer. Él, que fue un gran misionero, pasando la mayor parte de su vida en misión, primero en América Latina y luego en su querida Angola. El cardenal Eugenio fue un verdadero Pobre Siervo según el espíritu de don Calabria: un hombre que vivió en la pobreza y el desapego total de los bienes materiales hasta el final, y al mismo tiempo, un siervo que se entregó completamente a la Iglesia y a la Obra.
En los últimos días, la salud de Mons. Eugenio se había deteriorado. Fue acompañado por nuestros hermanos en Negrar con oración, afecto y la atención que se tiene hacia un hermano. Ayer recibió la unción de los enfermos. El cardenal Eugenio estaba listo para encontrarse con el Padre. En este tiempo de sufrimiento, se preparó con oración y con la dedicación al Señor y a la Iglesia que lo caracterizaban.
Este domingo de resurrección ha regresado a la casa del Padre. Ahora estará cerca de don Calabria y estoy seguro de que desde el cielo bendecirá a su familia, a la Obra, a Angola que tanto amó, y a toda la Iglesia. Descansa en paz, cardenal Eugenio Dal Corso, y gracias por el ejemplo, la pasión y el amor que tuviste por la Obra y la Iglesia. Ruega por nosotros”.
PERFIL BIOGRÁFICO DEL CARD. DAL CORSO
El cardenal nació el 16 de mayo de 1939 en Lugo di Valpantena, en la provincia de Verona, segundo de seis hermanos. Entró en la Casa de la Obra Don Calabria en Roncà en 1949 para continuar sus estudios en Maguzzano (en el lago de Garda) y Nazareth (en las Torricelle). Hizo su primera profesión religiosa en la Obra Calabriana el 8 de septiembre de 1959 (recientemente celebró sus 65 años de profesión). Su ordenación sacerdotal tuvo lugar en Verona el 17 de julio de 1963.
Sus primeras experiencias pastorales fueron en Madonna di Campagna (Verona), Roma y luego Nápoles. En 1975 comenzó su vida misionera, siendo su primer destino Argentina, en Laferrere, provincia de Buenos Aires. Permaneció allí durante once años, hasta que en 1986 fue llamado a África, específicamente a Angola, en plena guerra civil. Pasó sus primeros años en la capital Luanda, apoyando a las poblaciones más vulnerables. El 15 de diciembre de 1995 fue nombrado obispo coadjutor de Saurimo, y el 15 de enero de 1997, se convirtió en obispo titular de la misma diócesis. El 12 de febrero de 2008 fue nombrado obispo de Benguela, hasta el 26 de marzo de 2018, cuando el Papa Francisco aceptó su renuncia por límite de edad.
Después de su renuncia, Mons. Dal Corso decidió quedarse en Angola y con gran humildad se puso a disposición de la Iglesia local para continuar su servicio. Fue enviado a la remota diócesis de Menongue, donde había una gran necesidad de sacerdotes para las actividades pastorales habituales. Allí asumió el cargo de capellán del centro pastoral Santa Josefina Bakhita en Caiundo, una pequeña comunidad en la provincia de Kuando Kubango.
El 1 de septiembre de 2019, el Papa anunció que Mons. Dal Corso sería nombrado cardenal. Después de participar en el Consistorio para su nombramiento como cardenal, que tuvo lugar en Roma el 5 de octubre, regresó a la diócesis de Menongue, donde continuó con su servicio pastoral hasta que su salud se lo permitió. En los últimos años, vivió en la Casa Clero de la Ciudadela de la Caridad en Negrar (Verona)